Francisco Ibáñez. He aquí un hombre que me ha influído enormemente a la hora de dibujar. Ironías de la vida, a día de hoy su estilo no me parece para nada atractivo. Entendedme, puedo seguir riéndome con los cómics de Mortadelo y Filemón (de hecho tengo una colección que asustaría al más pintado), pero ni su narrativa, ni el dibujo, ni siquiera el tipo de humor son elementos que me gustaría imitar.
Admiro, eso sí, la capacidad del autor para desarrollar historias largas y crear grandes cantidades de personajes con una fuerte personalidad. En cuanto a la temática de sus cómics, aún me maravilla su facilidad para pasar de un género a otro y parodiar historias de todo tipo.
Ibáñez me llegó muchísimo cuando era una enana. Me leía todo lo que hacía. Recuerdo con especial cariño un tomo especial de "35 aniversario" en el que "contaba" a modo de historia surrealista, sus inicios en el dibujo. A mí se me caía la baba. De hecho, probablemente, si a día de hoy soy capaz de dibujar personas, es por haber tenido de base el trabajo de Ibáñez. Durante mi infancia, mi especialidad eran los animales, hasta que me dio por imitar el estilo del autor de Mortadelo. Claro... que todos los personajes humanos que yo dibujaba eran calvos y tenían una enorme narizota.
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