Domingo 5 de Diciembre. Fer me asalta y me pregunta si me iría con él el viernes 10 de Diciembre a ver a Lady Gaga en concierto a Lisboa. Resulta que el amigo con el que iba a ir no puede finalmente y se ha quedado solo. Tras un escaso período de duda acepto la propuesta. Bravo por los planes inesperados.
Jueves 9 de Diciembre. Llego a Badajoz, dejo los trastos y Fer viene al piso a eso de las 11 de la noche. Comienza entonces nuestra locura. No podemos con los nervios que tenemos encima así que empezamos a grabar vídeos absurdos en el ordenador (memorable playback de Alejandro)
Viernes 10 de Diciembre. Dan las 3 de la madrugada y finalmente salimos del piso en dirección a la estación de autobuses. Allí esperamos dentro ... yo me sobresalto con unos ronquidos inquietantes, descubro que tengo un grito cosmético y Fer me asegura que "es verano en él" Nos montamos en el bus a las 4 y abandonamos Badajoz. El viaje se nos pasa volando, de hecho cuando llegamos a Lisboa son (horario portugués) las cinco y cuarto de la mañana. Quedamos sorprendidos por el siniestrismo total de la ciudad y opinamos que quedaría muy bien la marca de batman en el cielo (arco voltáico)
Son las cinco y se supone que deberíamos estar corriendo hacia el hostal para volver raudos y veloces a hacer cola. Problema: el metro no abre hasta las 6. Así que nos tiramos una horita de nuestras vidas vagando por la estación ante la atenta mirada de un moderno con cascos gigantescos y un hombre siniestro en unas escaleras. Abre el metro, compramos los billetes (tras un intento fallido) y volamos hacia la zona del hostal. Una agradable mujercita nos salva la vida guiándonos hasta la calle que buscábamos. Finalmente entramos en un edificio (calcado al de aquí no hay quien viva) nuestra primera impresión es horrible, llamamos a la puerta repetidas veces y nadie nos hace caso. Son las 6 y pico y no piensan abrir hasta las 8, según nos dice un vecino. La histeria toma control de la situación.
Sacamos fuerzas y tratamos de no desquiciarnos mucho durante el tiempo que tardan en abrir. Nos tomamos un café, subimos al hostal, volvemos a bajar, subimos de nuevo y ¡Por fin! ¡Abren una puerta! Nos atiende un recepcionista perroflauta y una agradablísima muchacha que nos hace el check-in. Dejamos los trastos y echamos a correr como unos posesos calle abajo en dirección al metro. Volvemos a la zona cero (yo con la lengua fuera) y nos abalanzamos a la cola. No es tan grande como pensábamos, ya es algo.
Son las 9 de la mañana y vamos a tener que esperar hasta las 6 y 30 de la tarde a poder entrar en el pabellón. Por suerte, nuestros pasos nos llevan a ponernos en la cola detrás de un par de simpáticos gallegos que se convertirán en nuestra salvación. Lorena y Marcos se encargan de amenizar nuestra larga espera compartiendo anécdotas con nosotros, haciendo fotos, jugando a password, ofreciendo comida, dando datos relevantes acerca del concierto y tratando una y otra vez de hacer que la cola cante (fracaso) Pasamos la mañana y la tarde de charleta con nuestros nuevos amigos y haciendo alguna que otra escapada al centro comercial por turnos. Casi nos da un infarto al ver a la copia exacta de Lady Gaga paseandose por la cola, tal era su parecido que nos hicimos una foto con ella para ver si conseguíamos confundir a alguien posteriormente. Lady Falsa o Lady Padilla (se daba cierto aire a Paz Padilla) consiguió distraernos durante bastante rato aunque no el suficiente. Finalmente acerca el momento de entrar... TIK ... TOK .. El delirio nos lleva a confundir una máquina de palomitas y una caja con un tocador y la cabeza de Lady Gaga. Gracias a dios, la gente comienza a entrar en el pabellón.
7 y 30. Estamos situados a poca distancia de la pasarela del escenario. Hace calor, mucho calor y para colmo estamos colocados detrás de un maldito afro y una locaza que va vestido de viuda. Una friki llamada Lady Starlight toma el escenario y se pone a pinchar las canciones más absurdas del universo, menos mal que no estuvo demasiado tiempo. Es entonces cuando aparecen los teloneros (reacción: "MIERDA, CÓMO QUE TELONEROS?") un grupo llamado Semi Precious Weapons cuyo vocalista NO era Perez Hilton (ejem, Marcos) se encarga de amenizar ... o más bien ... de desquiciarnos. Cada vez hace más calor, dan las 8 y no se van, las 8 y 30 y siguen ahí, dan las 9 y comienzan a despedirse ¡Por fin se van!
Es entonces cuando mi vena gafe interviene. Tras cinco o seis horas sin beber gota de agua y completamente asfixiada entre el tumulto compruebo que se me está yendo la cabeza y como no salga de ahí me desmayo. Gaga no llega y como estamos cerca de las vallas, Fer me acompaña a primera fila donde un mastodonte me saca por el backstage. Maravilloso. 14 horas de espera para abandonar nuestro sitio privilegiado por un golpe de calor. Salgo, me tomo un mísero vaso de agua (porque resulta que en todo el recinto NO HAY BOTELLAS DE AGUA, me pregunto qué fue de las personas desmayadas que arrastraban detrás de mi) Como he dejado a Fer con los gallegos me marcho al baño a beber agua como una posesa, vuelvo al recinto, ni rastro de Gaga. Y no hay posibilidad de volver a mi sitio privilegiado porque está todo masificado. EMPIEZA A SONAR EL OPENING, DANCE IN THE DARK ... Corro, pruebo a ver el escenario desde atrás del todo, me pateo el pabellón de arriba a abajo hasta encontrar un perfecto sitio por la zona derecha del escenario. Tengo vistas de todo el escenario y la pantalla a mi lado ¡Solucinado!
10 de la noche. Empieza la locura, las pantallas gigantes comienzan a emitir unas proyecciones alucinantes (clips o videoarte) de la cantante en blanco y negro. El público se vuelve loco. Suena dance in the dark y por fin se levanta el telón. A partir de ése instante te aislas del mundo, vas a contemplar durante 2 horas el espectáculo de música más bestial del momento. Se suceden los grande éxitos uno tras otro, íntegros, con voz en directo y alusiones continuas a Portugal y a los fans. Cambia de vestuario mil veces y cada traje es más sorprendente que el anterior, el escenario también cambia ... árboles siniestros, un vagón de metro, una fuente de sangre, una estatua terrorífica, un pez gigante con tentáculos, una plataforma que se eleva sobre el público... Decenas de bailarines se mueven de lado a lado pero no puedes quitar los ojos de encima de Gaga, no se está quieta, te baila y canta absolutamente todo sin desafinar llevando encima las monstruosidades que se pone. Es alucinante, es imposible de describir, es la excentricidad más absoluta hecha espectáculo, es como mezclar el musical más extravagante del mundo, con una exposición de arte moderno, con luces de feria, con efectos visuales increíbles y una voz que no flaquea en ningún momento. No dejo de pensar que hasta al detractor más convencido se le caería la baba viendo esto.
No es mi caso, claro. Yo nunca he sido una super fan de Lady Gaga ... a ver, me encantan sus canciones, no hay ni una que me disguste y reconozco que me parto de risa con sus excentricidades, pero no me planteé nunca ir al concierto en plan "no lo puedo dejar pasar". Ahora sin duda digo que no me arrepiento, tras ver esto es imposible que no me guste.
El concierto acaba con el hitazo de Bad Romance, la Gaga sale al escenario encerrada en esa especie de órbita metálica que gira sobre sí misma. El público se vuelve loco. Todos bailamos, berreamos, gritamos, levantamos las garras, es la locura absoluta. Se despide ya prácticamente sin aliento y nos deja a todos alucinados.
Son las 12 y poco. El tumulto sale del pabellón y aunque al principio cuesta consigo reencontrarme con Fer y los gallegos. Salimos de allí los cuatro juntos, nos despedimos apresuradamente (¡gracias por todo!) y echamos a correr al metro (que cierra a la 1) Yo estoy tan alucinada por lo que he presenciado que ando de lado a lado preguntándome cómo me tengo en pie. Conseguimos los billetes de metro a contrarreloj y huímos del lugar. Llegamos al hostal completamente destrozados, con intención de darnos una suprema ducha que no pudo ser porque no se aceptaban duchas después de las 12 de la noche. Dormimos como bebés (Fer en una litera por primera vez)
Sábado 11 de Diciembre. Me levanto, me doy una ducha reparadora, Fer hace lo mismo, recogemos los bártulos, desayunamos, actualizamos el estado en facebook, cogemos un mapa y hacemos el check-out. Nos espera un largo día de turismo pero esta vez sin ninguna prisa ni motivos por los que esperar. Primero visitamos brevemente un enormísimo parque,el Jardín Enrique VII y después cogimos la avenida Liberdade en dirección a diversas plazas que nos tuvieron como tontos haciendo fotos. Llegamos a Rossio, nos ofrecieron droga, relojes de imitación y demás absurdeces de las que huímos, qué os vais a pensar.
Topamos con un Starbucks y por supuesto no lo dejamos pasar. Entramos, compramos sendos cafés y cookies y nos apalancamos en dos sofás a contemplar el mapa y las fotos de ayer. Pasamos un rato bastante agradable (música stereomood) y descubrimos que combinar galletas marías con café starbucks no es tan terrible aunque algo falla. Salimos de allí y nos dirigimos al elevador de Santa Justa, concretamente, a una entrada alternativa por la que no hay que pagar. Pero ... ¡DESGRACIA! la cámara se queda sin batería. Solución? Volver al Starbucks y pedir otra cosa mientras que recargamos la batería. Pasamos otra horita allí y salimos con fuerzas renovadas al elevador. Bonitas vistas, sí señor.
Después nos pusimos en camino a la Praça do Comercio, donde tras las fotos reglamentarias nos metimos en dos exposiciones (en la primera arcada, URGH) para hacer tiempo, una sobre el cuerpo humano y otra sobre los viajes. Gracioso, sí señor. Cogimos el metro nuevamente para volver a la zona de la estación y el pabellón. Cruzamos el Vasco da Gamma (el centro comercial), vimos a unos chicos hacer parkour, comimos, nos metimos en un cilindro, visitamos la zona del oceanario, cruzamos el parque de las naciones, nos reímos con los hermanos chicken little...
Regresamos al centro comercial, nos reímos de un escaparate que tenía fotos de "mostoles de fóndole", fuimos al kentucky fried chicken (otra primera vez de Fer) y nos arrepentimos al ver las ofertas del Pizza Hut, buscamos desesperadamente un ordenador con internet así como palomitas, vimos cantimploras de colores, el oso de la tienda Natura ... Después nos fuimos a la estación e hicimos tiempo pasando por "pasarelas que pasan la lela" hasta que pudimos subir al autobús a eso de las 9 de la noche (hora española) Antes de finalizar le debo una mención especial a Fer por sus dotes a la hora de moverse en el metro, estaciones y derivados, eso es ser cosmopolita y lo demás es tontería. Mi sentido de la orientación iba cada día peor así que el hecho de tener a este individuo conmigo en todo momento me salvó de protagonizar un spin-off de Perdidos.
Y de esa forma, haciendo lo que nos "salía de la puta gana" volvimos a Badajoz, agotaditos, emocionaditos y felicísimos de los dos locos días que habíamos vivido en Lisboa. Desde hoy me considero fan absoluta de los planes repentinos. Mil gracias a Fer por ofrecerme este surrealista viaje!!!!!! NOW PUT YOUR PAWS UP!
Flog de Fer con cróncia del concierto
Crónica del concierto en Madrid (equiparable al de Lisboa en cuanto a espectáculo)
Frases del viaje:
Jueves 9 de Diciembre. Llego a Badajoz, dejo los trastos y Fer viene al piso a eso de las 11 de la noche. Comienza entonces nuestra locura. No podemos con los nervios que tenemos encima así que empezamos a grabar vídeos absurdos en el ordenador (memorable playback de Alejandro)
Viernes 10 de Diciembre. Dan las 3 de la madrugada y finalmente salimos del piso en dirección a la estación de autobuses. Allí esperamos dentro ... yo me sobresalto con unos ronquidos inquietantes, descubro que tengo un grito cosmético y Fer me asegura que "es verano en él" Nos montamos en el bus a las 4 y abandonamos Badajoz. El viaje se nos pasa volando, de hecho cuando llegamos a Lisboa son (horario portugués) las cinco y cuarto de la mañana. Quedamos sorprendidos por el siniestrismo total de la ciudad y opinamos que quedaría muy bien la marca de batman en el cielo (arco voltáico)
Son las cinco y se supone que deberíamos estar corriendo hacia el hostal para volver raudos y veloces a hacer cola. Problema: el metro no abre hasta las 6. Así que nos tiramos una horita de nuestras vidas vagando por la estación ante la atenta mirada de un moderno con cascos gigantescos y un hombre siniestro en unas escaleras. Abre el metro, compramos los billetes (tras un intento fallido) y volamos hacia la zona del hostal. Una agradable mujercita nos salva la vida guiándonos hasta la calle que buscábamos. Finalmente entramos en un edificio (calcado al de aquí no hay quien viva) nuestra primera impresión es horrible, llamamos a la puerta repetidas veces y nadie nos hace caso. Son las 6 y pico y no piensan abrir hasta las 8, según nos dice un vecino. La histeria toma control de la situación.
Sacamos fuerzas y tratamos de no desquiciarnos mucho durante el tiempo que tardan en abrir. Nos tomamos un café, subimos al hostal, volvemos a bajar, subimos de nuevo y ¡Por fin! ¡Abren una puerta! Nos atiende un recepcionista perroflauta y una agradablísima muchacha que nos hace el check-in. Dejamos los trastos y echamos a correr como unos posesos calle abajo en dirección al metro. Volvemos a la zona cero (yo con la lengua fuera) y nos abalanzamos a la cola. No es tan grande como pensábamos, ya es algo.
Son las 9 de la mañana y vamos a tener que esperar hasta las 6 y 30 de la tarde a poder entrar en el pabellón. Por suerte, nuestros pasos nos llevan a ponernos en la cola detrás de un par de simpáticos gallegos que se convertirán en nuestra salvación. Lorena y Marcos se encargan de amenizar nuestra larga espera compartiendo anécdotas con nosotros, haciendo fotos, jugando a password, ofreciendo comida, dando datos relevantes acerca del concierto y tratando una y otra vez de hacer que la cola cante (fracaso) Pasamos la mañana y la tarde de charleta con nuestros nuevos amigos y haciendo alguna que otra escapada al centro comercial por turnos. Casi nos da un infarto al ver a la copia exacta de Lady Gaga paseandose por la cola, tal era su parecido que nos hicimos una foto con ella para ver si conseguíamos confundir a alguien posteriormente. Lady Falsa o Lady Padilla (se daba cierto aire a Paz Padilla) consiguió distraernos durante bastante rato aunque no el suficiente. Finalmente acerca el momento de entrar... TIK ... TOK .. El delirio nos lleva a confundir una máquina de palomitas y una caja con un tocador y la cabeza de Lady Gaga. Gracias a dios, la gente comienza a entrar en el pabellón.
7 y 30. Estamos situados a poca distancia de la pasarela del escenario. Hace calor, mucho calor y para colmo estamos colocados detrás de un maldito afro y una locaza que va vestido de viuda. Una friki llamada Lady Starlight toma el escenario y se pone a pinchar las canciones más absurdas del universo, menos mal que no estuvo demasiado tiempo. Es entonces cuando aparecen los teloneros (reacción: "MIERDA, CÓMO QUE TELONEROS?") un grupo llamado Semi Precious Weapons cuyo vocalista NO era Perez Hilton (ejem, Marcos) se encarga de amenizar ... o más bien ... de desquiciarnos. Cada vez hace más calor, dan las 8 y no se van, las 8 y 30 y siguen ahí, dan las 9 y comienzan a despedirse ¡Por fin se van!
Es entonces cuando mi vena gafe interviene. Tras cinco o seis horas sin beber gota de agua y completamente asfixiada entre el tumulto compruebo que se me está yendo la cabeza y como no salga de ahí me desmayo. Gaga no llega y como estamos cerca de las vallas, Fer me acompaña a primera fila donde un mastodonte me saca por el backstage. Maravilloso. 14 horas de espera para abandonar nuestro sitio privilegiado por un golpe de calor. Salgo, me tomo un mísero vaso de agua (porque resulta que en todo el recinto NO HAY BOTELLAS DE AGUA, me pregunto qué fue de las personas desmayadas que arrastraban detrás de mi) Como he dejado a Fer con los gallegos me marcho al baño a beber agua como una posesa, vuelvo al recinto, ni rastro de Gaga. Y no hay posibilidad de volver a mi sitio privilegiado porque está todo masificado. EMPIEZA A SONAR EL OPENING, DANCE IN THE DARK ... Corro, pruebo a ver el escenario desde atrás del todo, me pateo el pabellón de arriba a abajo hasta encontrar un perfecto sitio por la zona derecha del escenario. Tengo vistas de todo el escenario y la pantalla a mi lado ¡Solucinado!
10 de la noche. Empieza la locura, las pantallas gigantes comienzan a emitir unas proyecciones alucinantes (clips o videoarte) de la cantante en blanco y negro. El público se vuelve loco. Suena dance in the dark y por fin se levanta el telón. A partir de ése instante te aislas del mundo, vas a contemplar durante 2 horas el espectáculo de música más bestial del momento. Se suceden los grande éxitos uno tras otro, íntegros, con voz en directo y alusiones continuas a Portugal y a los fans. Cambia de vestuario mil veces y cada traje es más sorprendente que el anterior, el escenario también cambia ... árboles siniestros, un vagón de metro, una fuente de sangre, una estatua terrorífica, un pez gigante con tentáculos, una plataforma que se eleva sobre el público... Decenas de bailarines se mueven de lado a lado pero no puedes quitar los ojos de encima de Gaga, no se está quieta, te baila y canta absolutamente todo sin desafinar llevando encima las monstruosidades que se pone. Es alucinante, es imposible de describir, es la excentricidad más absoluta hecha espectáculo, es como mezclar el musical más extravagante del mundo, con una exposición de arte moderno, con luces de feria, con efectos visuales increíbles y una voz que no flaquea en ningún momento. No dejo de pensar que hasta al detractor más convencido se le caería la baba viendo esto.
No es mi caso, claro. Yo nunca he sido una super fan de Lady Gaga ... a ver, me encantan sus canciones, no hay ni una que me disguste y reconozco que me parto de risa con sus excentricidades, pero no me planteé nunca ir al concierto en plan "no lo puedo dejar pasar". Ahora sin duda digo que no me arrepiento, tras ver esto es imposible que no me guste.
El concierto acaba con el hitazo de Bad Romance, la Gaga sale al escenario encerrada en esa especie de órbita metálica que gira sobre sí misma. El público se vuelve loco. Todos bailamos, berreamos, gritamos, levantamos las garras, es la locura absoluta. Se despide ya prácticamente sin aliento y nos deja a todos alucinados.
Son las 12 y poco. El tumulto sale del pabellón y aunque al principio cuesta consigo reencontrarme con Fer y los gallegos. Salimos de allí los cuatro juntos, nos despedimos apresuradamente (¡gracias por todo!) y echamos a correr al metro (que cierra a la 1) Yo estoy tan alucinada por lo que he presenciado que ando de lado a lado preguntándome cómo me tengo en pie. Conseguimos los billetes de metro a contrarreloj y huímos del lugar. Llegamos al hostal completamente destrozados, con intención de darnos una suprema ducha que no pudo ser porque no se aceptaban duchas después de las 12 de la noche. Dormimos como bebés (Fer en una litera por primera vez)
Sábado 11 de Diciembre. Me levanto, me doy una ducha reparadora, Fer hace lo mismo, recogemos los bártulos, desayunamos, actualizamos el estado en facebook, cogemos un mapa y hacemos el check-out. Nos espera un largo día de turismo pero esta vez sin ninguna prisa ni motivos por los que esperar. Primero visitamos brevemente un enormísimo parque,el Jardín Enrique VII y después cogimos la avenida Liberdade en dirección a diversas plazas que nos tuvieron como tontos haciendo fotos. Llegamos a Rossio, nos ofrecieron droga, relojes de imitación y demás absurdeces de las que huímos, qué os vais a pensar.
Topamos con un Starbucks y por supuesto no lo dejamos pasar. Entramos, compramos sendos cafés y cookies y nos apalancamos en dos sofás a contemplar el mapa y las fotos de ayer. Pasamos un rato bastante agradable (música stereomood) y descubrimos que combinar galletas marías con café starbucks no es tan terrible aunque algo falla. Salimos de allí y nos dirigimos al elevador de Santa Justa, concretamente, a una entrada alternativa por la que no hay que pagar. Pero ... ¡DESGRACIA! la cámara se queda sin batería. Solución? Volver al Starbucks y pedir otra cosa mientras que recargamos la batería. Pasamos otra horita allí y salimos con fuerzas renovadas al elevador. Bonitas vistas, sí señor.
Después nos pusimos en camino a la Praça do Comercio, donde tras las fotos reglamentarias nos metimos en dos exposiciones (en la primera arcada, URGH) para hacer tiempo, una sobre el cuerpo humano y otra sobre los viajes. Gracioso, sí señor. Cogimos el metro nuevamente para volver a la zona de la estación y el pabellón. Cruzamos el Vasco da Gamma (el centro comercial), vimos a unos chicos hacer parkour, comimos, nos metimos en un cilindro, visitamos la zona del oceanario, cruzamos el parque de las naciones, nos reímos con los hermanos chicken little...
Regresamos al centro comercial, nos reímos de un escaparate que tenía fotos de "mostoles de fóndole", fuimos al kentucky fried chicken (otra primera vez de Fer) y nos arrepentimos al ver las ofertas del Pizza Hut, buscamos desesperadamente un ordenador con internet así como palomitas, vimos cantimploras de colores, el oso de la tienda Natura ... Después nos fuimos a la estación e hicimos tiempo pasando por "pasarelas que pasan la lela" hasta que pudimos subir al autobús a eso de las 9 de la noche (hora española) Antes de finalizar le debo una mención especial a Fer por sus dotes a la hora de moverse en el metro, estaciones y derivados, eso es ser cosmopolita y lo demás es tontería. Mi sentido de la orientación iba cada día peor así que el hecho de tener a este individuo conmigo en todo momento me salvó de protagonizar un spin-off de Perdidos.
Y de esa forma, haciendo lo que nos "salía de la puta gana" volvimos a Badajoz, agotaditos, emocionaditos y felicísimos de los dos locos días que habíamos vivido en Lisboa. Desde hoy me considero fan absoluta de los planes repentinos. Mil gracias a Fer por ofrecerme este surrealista viaje!!!!!! NOW PUT YOUR PAWS UP!
Flog de Fer con cróncia del concierto
Crónica del concierto en Madrid (equiparable al de Lisboa en cuanto a espectáculo)
Frases del viaje:
- "¡QUIERO ... UNA ... P**** .... CON RUEDAS!" (Julia)
- "¡MERCEDES!" (Julia)
- "Qué chulo, no?" (Julia)
- "Tengo el verano en mí" (Fer)
- PUT YOUR PAWS UP (Gaga)
- "¿Que no se puede meter comida? Claro, saco una lasaña congelada, se la lanzo y adiós" (Lorena)
- "HE'S A MONSTER" (gritado por Lorena)
- Tik Tok (en la cola)
- "¡FERNANDO! ¡HA DICHO TIK TOK!" (Marcos)
- "Hago lo que me sale de la puta gana" (Fer)
- "¡Soy una esvástica!" (Julia)
4 comentarios:
He llegado a la crónica por el blog de tu señor padre.
Creo que escribes mejor que él.
;)
Pero no se lo digas, que me deshereda.
Seguro que no me lo dice. Ahora, tú, Los viajes..., te vas a enterar...
Abrazos.
:P
Abrazos.
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