Reivindicando el humor

No se habla lo suficiente del humor.

La que aquí os escribe es una devota confesa de la comedia y del humor. Mi vida ha transcurrido hasta el momento sin dramas destacables así que no es de extrañar esta tendencia a echarme unas risas en toda ocasión que se precie. Me jacto de ser una tía seria y responsable pero no puedo negar que soy una payasa redomada. Queda pues más que clara mi predilección por la comedia en lo que a actitud vital, entretenimiento y ficción se refiere. 

Como decía, a pesar de lo que me gusta, no es muy común escuchar hablar largo y tendido sobre el humor. Así que podéis imaginar mi inmensa felicidad cuando Cinemanía dedica un especial a las 100 mejores comedias de todos los tiempos o el Museo ABC organiza una mesa redonda con genios del humor. Tras estas ocasionales inmersiones en un tema que tanto me gusta una no puede evitar descargar todas las ideas sobre el teclado del ordneador. Así que hoy toca hablar del humor.

Decía Juan Aparicio Belmonte en el citado evento "La tragedia es muy obvia, la gracia está en sacar el humor de las cosas"  y me hacía reflexionar acerca de esa preferencia generalizada por el drama en los productos de ficción. Yo comprendo la pasión por ese género pero ¿Por qué esa insistencia en subestimar la comedia? Ni que fuera tan sencillo ¿O acaso hay algo más incómodo y lamentable de ver que algo que se presupone divertido y no lo es? Hacer gracia (ya ni siquiera hacer reír) es complicadísimo. Creo que, además, en el caso de la comedia hay factores que influyen más que en otros géneros, como puede ser el nivel cultural del espectador. Es curioso además, cómo al drama se le perdona la crudeza, lo burdo, lo incómodo pues se le presupone un aire de realismo en ocasiones casi documental. Ése personaje es asqueroso y despreciable, pero lo aceptamos como necesario porque en el mundo hay gente así ¿Por qué no pasa lo mismo con la comedia? El humor negro resulta gratuíto, lo burdo es esperpéntico e insultante , lo surrealista no tiene sentido...pero en cierto modo es una forma más de representar la realidad a través de un cristal exagerado ¿Por qué no valorar esto también?

Se debatió mucho en la mesa redonda sobre el complicado equilibrio entre la ironía y el cinismo. Cristóbal Fortúnez hablaba del respeto que le imponía el trabajo en el ámbito cómico. Tanto él como Forges coincidían en la idea de que el verdadero arte estaba en alcanzar el humor sin resultar hirientes. Mis gustos personales se corresponden plenamente con esta idea, aunque opino que hay tantos tipos de humor y de públicos distintos, que no se puede decir que algo sea objetivamente mejor que lo otro. 

Está claro que aprecio una pullita en su justo momento, una broma subida de tono, una exageración descarada... siempre en el límite de lo hiriente o gratuíto. A pesar de ello, a veces se produce el conflicto entre lo que inevitablemente te resulta divertido y lo que se considera políticamente correcto ¿Cómo fijarse un límite? El criterio es tan personal... (¿Véis? Otra cosa más de la que el drama no tiene que preocuparse) Para mí el verdadero arte de la comedia está en lo sutíl y en los detalles. En el encadenamiento de absurdos, en las observaciones irónicas, en la parodia que conecta contigo sin valerse de estereotipos manidos. Una mueca que hace que te retuerzas de la risa, una situación que fuerce resultados inesperados, un gag visual imposible de soportar, una melodía, un comentario ingenioso que pone voz a los pensamientos que cualquiera podemos tener... Eso es arte.

Yo soy de las que piensa que el humor es en esencia optimista. Por mucha crítica destructiva, por mucho ataque velado del que puedas valerte para comunicarte. Al final estás buscando una complicidad con el espectador. A lo mejor no buscas su carcajada ni su sonrisa, pero sí esa idea de "Entiendes lo que acabo de decir y también piensas lo mismo". Si eres capaz de ver lo malo y usarlo como excusa para provocar una sonrisa, para conectar con otros, en el fondo eres un optimista. 

En definitiva, que me gusta la comedia vaya. Y qué mejor forma de dar por cerrada esta entrada que citando algunos de mis esenciales en el mundo del humor y la comedia:

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Cine

Pequeña miss Sunshine / Señora Doubtfire / Ratas a la carrera / Primps / Wild Target

Una irresistible road movie alejada de los tópicos, Robin Williams en su comedia más visual (origen de algunos de mis ataques de risa más lacrimógenos), la carrera más loca y plagada de gags jamás ideada, los inicios del genio cómico de Sánchez Arévalo y un magnífico enredo británico completamente inusual.

Libros

Ni me voy a complicar la vida. Alexander McCall Smith es lo mejor que he leído en clave de humor. Y siempre desde un punto de vista respetuoso, cotidiano y sobre todo creíble. Su saga 44 Scotland Street es una delicia.

Series

Parks and Recreation / 30 Rock / Friends / Community / Broad City

Una comedia para sentirte bien, el mayor tesoro para amantes del audiovisual, el clásico que no envejece, la comedia más experimental y referencial del momento y un original desmadre juvenil que deja a Girls a la altura del betún. 

Y para los que se quedan con ganas de más carcajadas: cualquier programa de Saturday Night Live con Tina Fey, Amy Poehler, Rachel Dratch, Jimmy Fallon, Kristen Wiig o Maya Rudolph. 

Cómics

Calvin & Hobbes / Shrub Monkeys / Memorias de un hombre en pijama / Let's Pacheco

Un clásico cargado de filosofía e ingenio, un fantástico referente en expresividad y humor visual, las maravillosas observaciones de Paco Roca y el toque juvenil y desenfadado de las hermanas Pacheco.