jueves, 23 de febrero de 2012

Yo y la capital

Hay gente que ha nacido para vivir en grandes ciudades. Gente cosmopolita, de esta que sabe moverse entre mareas humanas, de las que no se asustan al ver el letrero de "metro" ... yo no. Me aterrorizan. Me gusta lo cotidiano, saber qué me espera detrás de cada calle. Caminar con la seguridad de que puedo llegar a cualquier sitio a pie, no temer al bullicio o a verme sobrepasada por el estrés que transmiten estas grandes ciudades. No, definitivamente no me gustan los cambios.

El caso es que cada vez lo veo más claro. Cuando comencé la carrera suponía que en un futuro aún lejano acabaría trasladándome a alguna ciudad grande con mayor potencial para el mundo del audiovisual. Ahora lo confirmo y me asusto ya que me queda un año escaso para hacerme a la idea. Tengo toda mi atención puesta en la Escuela superior de dibujo profesional de Madrid, y ello implica cosas como: mayor gasto, estudiar finalmente lo que verdaderamente me gusta y enfrentarme a mis mayores miedos artísticos, despedidas... pero sobre todo tendrá lugar ése acongojante cambio hacia la vida de la gran ciudad. No me entendais mal, estoy ansiosa por aprender y disfrutar plenamente con unos estudios que ahonden en mi faceta más creativa; pero el tema ciudad me enerva. Debo de ser la última estudiante del mundo que no se alegra al pensar que en cosa de dos años estaré posiblemente instalada en Madrid.

Por favor, si todavía me acuerdo de aquel verano post-bachillerato en el que los compañeros de turno se burlaban de que me fuera a estudiar a Badajoz. Yo sólo podía pensar agradecida en lo que me iba a ahorrar estudiando tan cerca de casa, teniendo la oportunidad de hacerme a una ciudad "manejable"... y entonces ni siquiera imaginaba la cantidad de amigos que iba a hacer (sí, ya no es personas a las que conocer) y todas las cosas que llegaría a vivir.

Como decía, me horrorizan los cambios y me horroriza Madrid por varios motivos. Empezando por el hecho de que es una ciudad que he visitado en varias ocasiones y nunca me ha parecido bonita. (esto es algo más nimio, ya que al ser tan enorme es casi imposible que no encuentre un sólo lugar que me enamore) Está esa obsesión que tengo por controlar la situación, por saber dónde estoy, por tener bien conocido mi entorno... creo que me va a sobrepasar... No sé me ocurre cómo encajar allí. Soy casera, independiente, creativa, muy racional, agarrada como pocas... La capital es una ciudad para aventureros, para gente con ganas de comerse el mundo, gastar, perderse... Creo que la tirria que le tengo a ése hipotético futuro en una gran ciudad se ve empeorado por el hecho de que será Madrid. Siempre he dicho que si pudiera vivir en cualquier lugar del mundo me encantaría pasar una larga temporada en Londres, que de hecho es una capital frenética pero que por motivos que se me escapan no me impacta y amedrenta tanto como una ciudad más cercana como Madrid. No hay quien me entienda.

Pues nada... quería deshaogarme y escribir. Sobre todo porque me ha hecho gracia leer esta misma semana un breve comentario de mi amigo tóxico acerca del mismo tema.Tengo que pegarlo aquí porque es curiosísimo ver cómo todo lo que dice rebosa un entusiasmo que más quisiera sentir yo...
Y que decir de Madrid, para alguien tan aprensivo como yo, a los devenires de la gente, no pude encontrar ciudad más atractiva y gigantesca de España. A pesar de todos mis viajes a grandes ciudades españolas, Madrid tiene su característica especial. Edificios enormes que datan de décadas y siglos atrás, lugares de renombre; como Gran Vía, El Retiro o el Prado. Miles de lugares por los que pasear, miles de personas alrededor; cada uno con sus quehaceres, su aceleradas vida y sus miradas soslayadas mirando a un punto fijo, sin entrar en percatarse de la gente que les rodea. Es curioso como se mueven, como reaccionan antes las cosas. No se funciona igual, no se vive igual, y no esperaba menos.

Una ciudad que nunca duerme, con miles de calles con zona azul, imposible de aparcar, personas con patines y skates, snobs, modernitos, sudamericanos, chinos, indios, japoneses...de todo. Una ciudad en la que todo el mundo tiene su sitio, cada cual más especifico y más original. Por cierto, una ciudad capitalista, muy cruel y despiadada, creada como una "trampa" en la cual sacar cada sestercio a todo viandante de mollera floja. Da miedo pensar en como huir de la ciudad con 10 euros solamente. Pero que decir, me ha flipado con mayusculas, cada rincon la hace mas interesante, todo el mundo se encuentra alli, no me extraña que conocidos se hayan quedado en aquella ciudad, normal que se desprecie lo mundano de lo rural, una ciudad con personalidad propia, que te enseña y te desgarra a la par. le concedo de alto grado, mi gratitud de haberla conocido, y mi mas profundo odio por el caos perfecto. ya concretaré.
Oh, pero eso no es todo... Estos carnavales he tenido el placer de conocer oficialmente a una adorable personita con gafas de colores. Ha sido genial porque no todos los días das con alguien que rebose tanta creatividad y comparta aficiones e intereses contigo. Pero al igual que el amigo tóxico, la chica de las gafas de colores ama la gran ciudad. Y esto es bueno. Necesito gente que me contagie esas ganas. Sospecho que cuando llegue el momento querré releer esta entrada y me gustará dar de nuevo con las palabras de Abel.

3 comentarios:

Abel González Galán dijo...

y que opinar sobre el tema, me quede muy corto al describirla. pero si tengo que concretar a lo que a tu traslado y tus divagaciones trascendentes sobre esta ciudad, te diría que la temieras, y mucho, por el simple hecho de no encontrar un lugar especifico en el cual todo este calmado y sin ajetreo, aunque existen, y te los encuentras de manera sorprendente y sirve de relajación. De sobra se que esta ciudad te puede enseñar cosas maravillosas, a mirar las cosas desde un punto de vista diferente, sin rechazar lo anterior, y que te construirá partes de ti que necesitas conocer. Allí te encontraras de todo, desde lo mejor, a lo peor, pero de experiencias se vive y allí encontraras anécdotas diarias y constantes. ademas de ser el centro neuralgico de todo lo conocido en España, es un lugar donde el arte, la cultura en general esta de lujo y al alcance de todos. tiene algo, y debes verlo, puede darte pánico, pero peor es tener pánico y no enfrentarse a esa gran ciudad que tiene que ofrecerte muchas posibilidades.
también decir, y me reitero, que es una ciudad capitalista y algo sórdida, muy cruel y embriagadora. es un lugar de contrastes, que sin duda, yo, si tuviera medios, me encantaría "sufrir" en mis carnes.
Puedes equivocarte y volverte loca, o puedes vivir y sentir lo que todo el mundo que se queda siente. Aun así, me quedo corto con el comentario. saludos julipy, de un admirador de tu arte, y de ti.
COMETE EL AGRADABLE ERROR, DE APRENDER DE MADRID

Julipy dijo...

:') Qué placer leerte my friend. Y me reitero... sólo por todo lo que puedo aprender allí iré con ganas, pero de verdad necesito abrir la mente y moverme pensando como tú! o como tantos otros que no se ven sobrepasados por Madrid.

Anónimo dijo...

On the move... life is about choosing, no matter what you do or what you think... you will always have to choose... and sometimes it will be hard because the choices are but few. And then there are turning points and you are about to face one of them. Be brave
I luv u