viernes, 2 de enero de 2009

Valencia - ¡Córtate el pelo ya!

¡Por fin! Ya puedo estar una temporadita sin leer "Cortar el pelo" en mi lista de cosas que hacer. Esta mañana he salido con mi madre a una peluquería divina de la muerte para cumplir uno de los propósitos de año nuevo. Sólo me he saneado un poco, yo me lo noto igual de largo, como siempre. La verdad es que la mañana de hoy ha sido un verdadero show: Yo muerta de sueño y mi madre mareada, las dos por la calle chocándonos con la gente.


Yo: "Pero a ver, qué le pasa a la gente en Valencia ¿Por qué se nos echan todos encima? ¡Es que van haciendo zig zag! Ya nos hemos chocado con tres y casi nos atropella una bici"

Mi madre: "A lo mejor no son ellos ... somos nosotras"

Sí, eso era lo más probable.
Bueno, antes de entrar en la peluquería, entramos en una tienda de ¿¡Hebillas de cinturón!? (entre otras cosas) de donde me llevé unos pendientes graciosísimos con forma de píldora, de estas blancas y rojas xD Me encanta lo friki que puedo ser. Seguimos por la calle, creo que entramos en algún otro lugar, pasamos por una tienda de muebles y ............ me tuve que parar y hacer una foto al escaparate porque instantáneamente me acordé de Uro.



¿A que son geniales? Me gusta más el de abajo ... es que seguro que quedaría bien en cualquier sitio de la casa. Yo lo veo en mi salón *________* Bueno, sigo. Después de hacer las fotillos entramos en la pocholísima peluquería. Allí fue donde me dí cuenta de que existen dos tipos de situaciones en las que yo no paro de hacerme preguntas y reflexiones internas:


  1. En los conciertos del conservatorio: me empano pensando en cómo es posible que unos cuantos objetos de metal y madera emitan tales sonidos, en cómo el músico es capáz de sincronizarse con el resto de compañeros, en los movimientos tan sutiles de los que tocan instrumentos de cuerda ... bueno y esas son las dudas más normalitas porque la de cosas que habré llegado a pensar.
  2. En las peluquerías: es terrible. O bien me abstraigo en conversaciones ajenas, o empiezo a cuestionarme cómo será la vida de la que me corta el pelo, o por qué todas las peluqueras están tan perfectamente maquilladas y peinadas, o por qué ninguna tiene el pelo de su color natural, o para qué servirá cada bote extraño que tiene sobre la mesa ...

En momentos como esos me entristece no tener una grabadora mental para después poder recordar punto por punto todas mis paranoias. Podría escribir un libro con la de tonterias que llego a pensar en tan poco tiempo.

Finalmente, salimos de la peluquería con mucho menos dinero en el monedero ¬¬ y de camino a casa (inexplicablemente conseguimos volver a pie) pasamos por la tienda del otro día. No podía irme sin la camiseta de Sweeney xD Y pensaba comprar algún que otro regalo pero ... precios por las nubes, monedero vacío y falta de originalidad no son una buena combinación.


Por la tarde vooooolvimos a salir al centro y con la tontería de que ya están de rebajas, devolvimos unas cuantas cosas para volver a comprarlas más baratas (xD) y me acabé convenciendo por coger las zapatillas que hace dos días rechacé por mis divertidos remordimientos. Vimos una manifestación de bicicletas, me encontré varios dobles de personas conocidas (¿Jaime tiene un hermano en valencia?) escuché una horrible versión de conservatorio del Yesterday, ví muñecos de John Lennon y abrigos horrendos de cientos de euros ...

Y mañana .... playa si la lluvia nos deja.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaja, ¿y tus padres qué pensarían de tener al Joker en mitad del salón? ;)

¿¿Manifestación de bicicletas??

Anónimo dijo...

Los viajes son vidas breves. Empiezan y terminan. Encuentras y pierdes. Recuerdas. Es divertido. Empaparse de lugares. Muac.

UrothJRazail dijo...

¡OH, DIOS!¡QUIERO ESE CUADRO!¡YA!

Julipy dijo...

jajajajaja es que es genial!!! :D