No escribía sobre mis tremendos vicios seriéfilos desde hace bastantes meses. La verdad es que en este tiempo he dejado bastante abandonados los dramas y comedias para darme a los realities de drag queens (Todavía tengo que dedicarle una entrada a esta intensa etapa de mi vida televisiva). Pero con la llegada del tiempo libre veraniego, también ha caído una nueva presa: la serie original de Netflix...
ORANGE IS THE NEW BLACK
Un estreno de trece episodios disponibles en la plataforma online y con una calidad ridículamente superior a muchos de los grandes pilotos de nueva temporada ¿El argumento? Piper Chapman es enviada a una prisión de mujeres de mínima seguridad por un crimen de tráfico de drogas que cometió diez años atrás (y que al cabo de doce años hubiera prescrito). La vida de Piper da un giro de 180º cuando pasa de estar preparando su boda con su prometido a compartir "habitación" con decenas de delincuentes de todas las razas y estratos sociales imaginables.
Por si el argumento no fuera suficiente, me entero que la serie está basada en los hechos reales vividos por Piper Kerman (no voy a tardar en comprarme el libro autobiográfico) y la creadora de todo esto no es otra que Jenji Kohan. La genio que dio forma a otra gran serie que tengo pendiente: Weeds. Orange is the new black es el entretenimiento perfecto para estas vacaciones. Capítulos de 50 minutazos con una mezcla perfecta de drama y comedia y unos personajes que se comen la pantalla y que te mantienen constantemente con ganas de conocerlos más. De hecho, en lugar de insistir en lo bueno de la serie, me limitaré a presentar al reparto. Eso es incentivo suficiente.
Piper. La prota. Ingenua como ella sola. Gafe, patosa, crédula y demasiado metepatas para sobrevivir a la prisión. Es un personaje más complicado de lo que parece en un primer momento y pasa por todo tipo de etapas hasta el apabullante final del capítulo 13.
Larry. El prometido. El que lo vive todo desde el exterior. El confidente y torturado novio que ve cómo la cárcel comienza a cambiar a su novia al llevarle de vuelta determinados fantasmas del pasado.
Bennett. El poli bueno. El novato. Agradable, formal, y comprometido con su trabajo y las personas con las que convive en prisión. Un amor, vaya.
Pornstache. El poli malo. La pesadilla de las presidiarias. Manipulador, imponente, machista y corrupto. Pero inexplicablemente se come la pantalla, el cabrón.
Red. La cocinera rusa. La madre de "las blancas", la dictadora tras los hornos. La persona que querrás tener como aliada. Un personaje increíble.
Nicky. La drogadicta lesbiana. Absurdamente divertida y sarcástica. Una lianta de cuidado empeñada en no dejarse herir por nadie.
Alex. Reservada, crítica y llamativa (ya sea por su altura, su voz rasgada, los tatuajes o sus características gafas). No puedo dar mucha información sin revelar uno de los mejores giros del capítulo piloto.
Suzanne. Crazy Eyes. Inquietante y con un punto acosador que contrasta radicalmente con su tremenda bondad e inocencia característica. Un grandísimo personaje y envidiable alivio cómico.
Sophia. Transexual. Antes bombero y ahora peluquera. Agradable, bondadosa y terriblemente torturada por su situación familiar. Secundaria de altura (y nunca mejor dicho).
Pennsatucky. La fanática religiosa. Ridícula a la par que inquietante y peligrosa. Protagonista de otros grandes momentazos de la serie.
Y tantos otros. Los altos cargos de la prisión, Healey, el hermano de Piper, su mejor amiga, la pesada de Daya, la inocentona de Morello, Tricia, la señora del yoga, la chica que corre, Miss Claudette, las seguidoras de Pennsatucky, la presa con problemas de respiración, las frases estelares de Poussey, las latinas, la mudita, Boo y Little Boo... Orange is the new black es el mejor ejemplo de una buena serie de personajes. Y ahora se me ha acabado el chollo hasta que llegue la segunda temporada, así que sólo me queda RECOMENDARLA.
Goodbye! |
2 comentarios:
Apuntada. Bajada. Viéndola y encantándome! ¡mil gracias!
¡Yo que me alegro! :D
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