martes, 18 de noviembre de 2014

Fragmentos - El pensamiento negativo

(...) cada vez estoy más convencido de que lo más bonito que puede hacerse hoy día es confiar. Traer y dejarse llevar. Regalarse un pedacito de fe. En un mundo en el que hasta los bebés tienen dudas sobre su propia sexualidad, en un entorno en el que hay más adolescentes de 50 años que niñas de su edad, cada vez creo más que la virginidad del siglo XXI es la inocencia (...)
Siendo todos tan diferentes, no entiendo cómo se nos ha educado para tratar de conseguir el mismo objetivo - en teoría, ser feliz- actuando todos siempre de la misma manera (...) La educación que yo veo, y la que he sufrido en mis propias carnes, es más un proceso de autoanulación, autoaburrimiento y autohomogeneización, tanto a nivel de contenidos como de formas de no pensar (...)
Nadie se preocupa por enseñarnos a aprender, y ése es nuestro primer drama. Y la vida, crecer, es un proceso de aprendizaje. El que antes aprende, antes llega a donde quiera. Crecer es aprender a despedirse (...) El día que te das cuenta de que crecer va a significar despedirse de personas, situaciones, emociones, memorias, ilusiones e incluso amigos que se supone iban a ser para toda la vida (...)
Enamorarse, quererse hacia fuera.
Fuera, lo que rodea tu hogar.
Hogar, donde quieres volver.
Y volver, lo que te convierte en familia.
El pensamiento negativo - Risto Mejide

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