sábado, 6 de julio de 2013

Fin de una etapa (I)

Banda sonora de la entrada:
Para conmoverse
Para llorar directamente

Pensé que cuando llegase el momento de escribir esta entrada, estaría más preparada. No en vano he experimentado ya varios simulacros de discursazo dramático y cartas de despedida... pero nada, esto sigue siendo un mazazo emocional. Me lo voy a tomar con calma ya que tengo espacio para explayarme y comentar a fondo y desde un punto de vista completamente subjetivo lo que han sido para mí estos cuatro años de carrera.

Es tanto lo que tengo que decir, que creo que lo más viable será escribir dos entradas distintas: una dedicada a lo que ha significado esta etapa para mí académicamente y otra a nivel personal. Hoy me hago cargo de lo segundo.

Comencé la carrera con unas ganas tremendas de conocer gente. Siempre tuve muy en cuenta que si todo iba bien, mi estancia universitaria se limitaría a cuatro años. Por tanto, no debía encariñarme en exceso. Sí, haz amigos. Sí, disfruta, pásalo bien... pero ahórrate sufrimientos innecesarios, ya es complicado mantener amistades más longevas en la distancia. Como para encariñarte con gente a la que probablemente pierdas de vista en cuatro años.




Eso pensaba entonces. Ingenua de mí. Claro, que por otra parte, nunca imaginé que llegaría a sentir tanto por estas personas que se cruzarían en mi camino. Caí. Caí como nunca he caído. Me enamoré de la clase. Me enamoré de la variedad. Me enamoré de la gente. De las pasiones de cada uno. De los gustos compartidos. De las recomendaciones. De las convivencias. De las amistades que te complementan. Y por tanto me enamoré de la ciudad y de la carrera. No me había pasado antes y mucho menos con tal intensidad. Pero desde el primer año sentí que había encontrado mi sitio.




No me entendáis mal. Mi etapa adolescente y de instituto fue maravillosa e hice grandísimas amistades, muchas de las cuales conservo y por las que me siento muy agradecida. Pero el cambio fue brutal. Era la creatividad, la alegría, las ganas de fiesta, la facilidad de comunicación, una visión más relajada y artística del mundo, la experiencia de compartir piso... Y el hecho de que yo llegaba con los brazos abiertos y dispuesta a dejarme sorprender. Caí en plancha y me sumergí en el mundo de audiovisuales, la Alcazaba y su gente.

En cuatro intensos años de carrera he llegado a estar en clase con más de noventa compañeros, he vivido en dos pisos distintos y compartido casa con ocho personas, seis de ellas compañeros de clase. He viajado, he grabado vídeos, audios, canciones, programas de radio, de televisión, cortometrajes, parodias, imitaciones, he hecho dibujos, regalos, sorpresas, he pasado enfermedades, celebrado fiestas, llorado, reído, cantado... Me lo he pasado en grande y he hecho el ridículo como nunca... Y me gustaría pensar que en el proceso he conseguido alegrarle la vida a alguien. 

Me cuesta muchísimo decir adiós. Incluso un hasta luego. Me duele terriblemente porque por mucho que me esfuerce en mantener esas amistades que tanto me han marcado, es posible que muchas no vuelvan a ser iguales. En las próximas semanas la pena me golpeará tan fuerte que mi familia me tendrá que aguantar lamentándome por las esquinas como si hubiera recibido una paliza. Está claro que fallé con respecto a lo de no encariñarme... pero eso precisamente ha hecho de estos años una experiencia absolutamente inmejorable y lo volvería a repetir sin cambiar nada. 

Me está quedando una entrada demasiado melancólica, lo sé. Pero sólo siento agradecimiento y un inmenso cariño, y no soy capaz de expresarlo mejor si no es con una canción triste de fondo y tecleando frente a la pantalla. 

Muchas gracias a todos por estos cuatro años. A aquellos memorables veteranos que nos recibieron con los brazos abiertos, cerveza y una amplia sonrisa, a los compañeros de piso que hicieron de la convivencia una delicia, a las personas externas a la carrera que nunca vieron inconveniente alguno en salir con una panda de desequilibrados de audiovisuales, a los que me demostraron que las primeras impresiones engañan, a los profesores que verdaderamente supieron enseñar y hacernos mejores personas, a los que hicieron que los trabajos en grupo no fueran cosa de uno solo, a los que siempre pusieron empeño en hacer eventos para toda la clase, a los delegados responsables... Sois muchos y sabéis de sobra lo que pienso de vosotros, pero es obligatorio despedirse. 


[Os quiero porque sois mi equipo. Porque habéis estado prácticamente desde el principio. Porque pese a las diferencias entre unos y otros puedo decir que os quiero a todos. Porque habéis hecho todo más fácil. Porque hemos sido como una nueva familia. Porque nuestros caminos se separan pero sabemos quiénes somos y qué nos une]

[Te quiero por haber sido mi alma gemela. Por inspirarme siempre, por haberme sacado de casa y haberme acompañado hasta donde hiciera falta. Por ser pesados y hacerlo todo juntos. Te quiero porque eres todo lo que siempre he querido y he sido lo suficientemente afortunada de tenerte. Te quiero porque we are meant to be]

[Te quiero porque estás allá donde vaya y no tengo que despedirme de ti. Te quiero porque nos conocíamos, nos conocimos y nos conocemos. Te quiero porque lo haces todo sencillo y agradable. Te quiero porque eres amor y galleta]

[Te quiero porque me maravillas, porque siempre sabes qué decir y cómo actuar. Te quiero porque nos podemos ver mil horas al días pero siempre será igual de agradable hacerlo. Te quiero eres una buena persona y lo mejor que puedo hacer es parecerme a ti]

[Te quiero porque eres una caja de sorpresas. Te quiero porque eres pura adrenalina y no se puede competir contigo. Te quiero porque eres un referente y he aprendido muchísimo de ti. Te quiero porque pareces salido de mis sueños] 

[Te quiero porque me dejas quererte aunque sea sin contacto. Te quiero porque desconfías pero te dejas sorprender. Te quiero porque eres arte, música y motivación. Te quiero porque nos unen las rarezas y las risas]

Y como no quiero acabar con tal ataque de llorera.. despidámonos pensando que esto es sólo el principio de algo nuevo. Como sólo Ru podría decirlo... this is the beginning of the rest of your life...


2 comentarios:

Nan Gárbel dijo...

JULIA

JUANI

VAAAAAAAAAAAAAAAAAAANEEEEE, Tía.

Anónimo dijo...

It is a gift to be able to express emotions and feelings and you do have it. I luv u 2